
El Día Mundial sin Tabaco es una fecha importante porque está dedicada al cuidado de la salud respiratoria y el abandono del vicio del consumo de cigarros. El estudio publicado este jueves por “The Lancet” y “The Lancet Public Health”, revela que el tabaco causó casi ocho millones de muertes en 2019, cuando el número de fumadores aumentó hasta los 1.100 millones a nivel global. En 2021, en países como China, Honduras e Italia el número de fumadores se incrementa dramáticamente en un contexto de pandemia por coronavirus, cuando debemos cuidar aún más nuestros pulmones. Según la propia OMS, “los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar síntomas graves en caso de padecer COVID-19, en comparación con los no fumadores”. La OMS anunció al COVID-19 como una pandemia global en marzo de 2020 y manifestó que los fumadores son propensos a ser vulnerables debido a: (a) inhalación de químicos tóxicos presentes en los cigarrillos, y (b) movimiento incrementado de mano a boca. Fumar agrava las condiciones que reducen la posibilidad del cuerpo para utilizar oxígeno, poniendo a los pacientes en un riesgo mayor de contraer neumonía. La OMS también señaló que fumar con productos como las pipas de agua suele involucrar el contacto bucal compartido de algunas piezas o mangueras, lo cual incrementaría la transmisión de COVID-19 en el ámbito social y comunitario (1). El consumo de tabaco sin humo también se asocia con un riesgo incrementado de contraer COVID-19 debido a la necesidad de escupir después de consumir productos. Algunos productos de tabaco sin humo, requieren que se mezclen los ingredientes con los dedos, de tal manera también aumentando el riesgo de infección.
“El COVID-19 es una enfermedad infecciosa que ataca principalmente los pulmones. El tabaquismo deteriora la función pulmonar, lo que dificulta que el cuerpo luche contra esta y otras enfermedades. El consumo del tabaco es además un factor de riesgo importante de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, algunas enfermedades respiratorias y la diabetes, y las personas que padecen esas enfermedades tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas graves en caso de verse afectadas por el COVID-19″, aclara la OMS.
La pandemia de tabaquismo ha sido recientemente equiparada a un “COVID-19 en cámara lenta”. Existe amplia evidencia que establece que fumar está asociado con un pronóstico adverso de la enfermedad. Fumar daña las vías respiratorias superiores, vulnerando el sistema inmune pulmonar y consecuentemente incrementando la vulnerabilidad a las infecciones. Las y los fumadores tienen el doble de riesgo de contraer infecciones y de tener síntomas más graves.
El tema para el Día Mundial sin Tabaco de este año es “Proteger a los jóvenes de la manipulación de la industria y evitar que consuman tabaco y nicotina”. La manipulación de datos de esta industria, una terrible violación a la televisión pública libre de tabaco y el reglamento del cine y transmisión de programas de la India que son populares para la juventud, y litigios sobre el empaquetado simple en Australia, reiteran que la industria del tabaco continuará manipulando la ciencia, las políticas, los gobiernos y la juventud vulnerable. Ahora que el mundo se ha unido para buscar soluciones para el COVID-19, los gobiernos deben también unirse para detener la manipulación de la industria tabacalera y crear una generación libre de tabaco.
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